El amor en los tiempos del egoísmo
Han pasado muchos años desde que nuestros abuelos fueron jóvenes. Sus noviazgos fueron diferentes, incluyendo la manera de conocerse y conquistarse.
Cada familia tiene sus propias historias referentes a aquellos días. Algunas parejas coincidieron en los pueblos, dándole la vuelta a la plaza principal. El confeti y las flores fueron muy comunes en aquel entonces, los poemas, las serenatas y las cartas. Todavía a algunos de nuestros padres les tocó vivir parte de aquel folclore.
Los tiempos cambian y la sociedad se transforma. Todavía no desaparecen los mariachis, los regalos elaborados, ni los poemas. Gracias a Dios porque hemos sabido conservarlos.
Pero algo más me preocupa, el hecho de que nuestros abuelos hicieron grandes sacrificios para poder estar juntos, mientras el día de hoy no ocurre lo mismo. Actualmente, poco se valora el esfuerzo.
El egoísmo explicado
En un principio, quise llamar este artículo como "El amor en los tiempos del individualismo" pero me di cuenta de que esta última palabra puede entenderse de diferente manera y depende del pensamiento de la persona en cuestión. Así que decidí utilizar un término más práctico y fácil de entender, como es el "egoísmo".La Real Academia Española lo define de la siguiente manera:
"Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás."
Se dice que alguien es "egoísta" cuando pasa por alto las necesidades de otras personas, o cuando únicamente busca su propio beneficio.
En este contexto, todos parecen experimentarlo en algún momento de su vida. Podría considerarse como algo natural, que es parte de nosotros. Ante ciertas circunstancias buscaremos nuestra propia supervivencia, sin importar nada más, guiados por el instinto y no por la razón.
Desde hace siglos ocurre de esta manera, de modo que el problema no radica en el egoísmo "normal" del ser humano, sino en el exceso de este. Hoy en día, está de moda ser egoísta. El interés personal y la opinión que cada quién tiene de sí mismo es lo único que importa.
Este es un fenómeno que no solo afecta a las parejas. Está presente en los grupos sociales, las relaciones laborales, las escuelas y las comunidades. Lo único que nos preocupa es lo que nos pase a nosotros, dejando fuera al resto. El altruismo sincero está en peligro de extinción. Las buenas acciones se realizan con fines narcisistas (por regla general), para que los demás digan que "somos buenas personas".
Ya no concebimos al hombre como un ser social (Animal político en palabras de Aristóteles)(2), ahora sólo es un ser, cuyas necesidades individuales tienen mayor relevancia que las circunstancias de su entorno.
Lamentablemente, el amor no escapa a esta situación. "Vivimos un poco en la época de consumir productos y desecharlos en poco tiempo. El aspecto de la pareja no es la excepción." (3) Quién únicamente piensa en su propia satisfacción, tarde o temprano acaba soltando a la otra persona.
No se necesita una gran cantidad de conocimientos para darse cuenta de que el amor es contrario a la naturaleza del egoísmo. Implica salir de uno mismo, procurar el bien para otra persona. Alcanza más aspectos, no sólo se limita a la unión de dos seres; ya que la familia y las amistades se construyen a partir de recíprocas concesiones.
Como una breve conclusión;
En nuestras manos está decidir la clase de amor con el que vamos a vivir. Elegir entre uno que se quede en simple complacencias, en satisfacer intereses personales, o atrevernos a ser diferentes, a construir relaciones humanas (de pareja, familia o amistad) en donde la preocupación por el bienestar de la otra persona sea fundamental.
El amor en tiempos de egoísmo.
ResponderBorrarDifiero un poco pero supongo es por cuestión de percepción.
En ocasiones las personas no saben amar, terminan lastimando al otro ser y este simplemente encuentra menos sufrimiento al ser egoísta, en poner en primer lugar su bienestar antes que el de los demás.
Hoy en día pocos saben lo que amar implica, pocos saben lo que es el sacrificio, pero son otros tiempos.
Los valores se pierden.
Hola Erick, tienes razón en diferir. Este es un tema cuyo tratamiento depende mucho del punto de vista con el que se aborde. Creo que mi enfoque, por el hecho de ir directamente a la polémica, es un poco fatalista. Pero no todo está perdido, hay esperanza. Tomé como inspiración ciertas relaciones que conozco, pero yo mismo he visto que es posible el amor sin egoísmo.
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