Calle Carranza
¿Quién no ha transitado por ahí? Paso obligado de propios y extraños, de hidrocálidos y turistas, de compradores entusiasmados y gente divirtiéndose.
Es uno de los lugares más queridos en el centro histórico, ya que conecta la plaza de armas, el corazón de la ciudad, con el barrio de San Marcos, al que podría llamarse como "el corazón de la fiesta".
Por alguna razón, este rincón enclavado en el centro de la república mexicana (al que llamamos Aguascalientes) ama el festejo. Tal vez por la ausencia de aire costero, la sequía que se prolonga durante algunos meses, el cielo despejado que nos mira permanentemente, con el sol analizando nuestros movimientos.
Tal vez por eso mismo tenemos la feria más importante del país y durante el resto del año; una infinidad de cantinas, bares y licorerías. Siendo la calle Venustiano Carranza un importante punto de reunión durante los fines de semana.
Camino del centro
Camino de la villa al pueblo, en ti no caen gotas aisladas de lluvia. Siempre que he estado presente y me han sorprendido los caprichos del cielo, aparecen aguaceros.Camino de pequeños adoquines, mis pies pueden recorrerte de día o de noche. ¿Qué son la tarde y la madrugada? Solo prolongaciones de los dos anteriores.
Cada momento tiene un aroma diferente. A veces café, de olla o instantáneo. A veces sabor etílico, a cerveza o un vaso de vidrio.
Calle de las ilusiones, de encuentros inesperados que provocan sonrisas. Uniendo a personas que no se ven diariamente, que pueden pasar años completamente alejados y coincidir en tus baquetas.
Lugar de monumentos históricos, casas antiguas y panoramas que definen lo que podría ser un pueblo. De fotografías que llenan el internet cuando escribo su nombre. Tienen la catedral en su centro y el manto celeste por fondo. Un convento que parece construido con piedras, al estilo medieval y un templo con una torre en forma de aguja, al estilo europeo.
Nunca una línea de casas estuvo planeada con tanta anterioridad. ¿Fueron los criollos quiénes te fundaron? Quienes quisieron pasear sus caballos en ti, para evitar que sus pies se cansaran con la distancia.
Me pregunto cómo te fuiste formando, hace varios siglos. ¿Cuál será el edificio más antiguo? ¿Dé que color era la tierra del suelo cuando ninguna construcción ocupaba el lugar?
Me pregunto cuánto tiempo más te quedarás. ¿Seguirán cobrando vida las centenas? ¿Podrán los nietos de mis nietos recorrerte, mirarte como yo te miro? ¿O se extinguirán en el viento?
Si me marcho de Aguascalientes tendré que extrañarte. Sé que en todo el país encontraré lugares parecidos, filas coloniales de múltiples colores, con sus personas características... pero no serán iguales.
No tendrán los mismo aires y recuerdos en el entorno. Gozarán de otras historias, algunos hechos relevantes, los trazos de hombres y mujeres pasados... pero no serán Carranza.
Siempre me ha parecido paradójico que una arteria tan importante, a unos cuantos pasos del Teatro Morelos, se llame así. En dicho recinto se llevó a cabo la Soberana Convención de 1914 que eligió su propia forma de gobierno y tuvo como principal enemigo a nadie más y nadie menos que Venustiano Carranza. Ironías que tiene la historia, "las vueltas que da la vida".
No es tu nombre lo que me gusta, calle de la memoria. Es todo lo demás, aunque no tuviera pasado en ti y fuera tan ingenuo como cualquiera de los visitantes, sé que me quedaría viéndote durante algunos minutos. Admirando tu belleza, las luces de miel que te iluminan por la noche, las sombras claras que se forman en el día.
Pareciera que no existen los extremos aquí.
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