Poesía del mar. Parte II
Introducción
Sin duda, con el pasar de los años han existido distintas personas que le han dado voz al océano. Han expresado con distintas palabras lo que les inspira el mar.
En el artículo anterior tomé como ejemplos a Gabriela Mistral y Pablo Neruda, considerados como dos joyas de la literatura hispanoamericana. Esta vez hablaré de Alfonsina Storni, escritora argentina que se suicidó arrojándose al mar. Y por último, me atreveré a mostrar dos composiciones de mi propia autoría, esperando que sean de su agrado.
Alfonsina Storni, el mar en la tragedia
Storni comenzó como maestra rural. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires y comenzó a difundir poemas en diferentes revistas literarias.Su primer libro se publicó en 1916 y llevó por título "La inquietud del rosal". (1) Durante su carrera ganó numerosos premios. Se le conoce también por su activismo en pro del feminismo.
La crítica considera que su obra comienza con un estilo romántico, usando el erotismo y la sensualidad. Posteriormente abandona esta línea, sus creaciones se vuelven más reflexivas y abstractas. Teniendo como temas, el resentimiento (principalmente hacia la figura del "varón"), el dolor y el miedo, entre otros.
Al padecer cáncer de mama, durante sus últimos años lucha contra esta enfermedad y la depresión. Enfrenta una pelea contra sus propios deseos de morir. En 1935 se le práctica la mastectomía para erradicar un tumor.
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A raíz de este suceso, sus compatriotas Ariel Ramírez y Felix Luna compusieron la canción "Alfonsina y el mar". (3) Mercedes Sosa fue la encargada de prestar su voz para este homenaje en el que se incluyeron algunos versos de su último poema.
Al final de cuentas, la obra de esta mujer refleja mucho sobre su vida. Es allí donde el dolor está presente, en "las sábanas terregosas y el edredón de musgos escardados". El mar está íntimamente ligado a ella, no puede separarse de su trágica historia puesto que murió haciéndose una con él.
En palabras de la canción mencionada unas líneas antes:
"Una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llevando
y te vas allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar."
Poemas personales, el mar en la actualidad.
Ver tanta cantidad de agua reunida impone respeto. La vista se sorprende al alcanzar tantos kilómetros, húmedos y salados, con un final apenas perceptible.
Como escritor principiante, una sensación similar me invade al hablar de mentes tan capaces como lo fueron Gabriela Mistral, Pablo Neruda o la misma Alfonsina Storni. En esta ocasión, los uní usando algo que todos los seres humanos compartimos como habitantes del mundo. El mar no tiene dueño, a pesar de que cada nación costera se reserve unas cuantas millas náuticas y cada quién es libre de inspirarse en él.
Evidentemente, mis versos serán más humildes que los pertenecientes a los autores antes mencionados. No pienso compararme con aquellas alturas inmortales. Simple y sencillamente, pondré mi grano de arena en la playa de la historia. Lugar inmaterial por el que todos transitamos, a veces sin darnos cuenta el mar se queda y nosotros nos vamos.
Solo, mirando al mar,
sin
tu cuerpo, sin tu alma.
Solo con tu imagen en mi pensamiento
en ese lugar
de calma.
Con tu recuerdo cuando cierro los
ojos
allí está tu boca, está tu cara.
Ahí en ese lugar de calma
está tu amor,
está tu beso de las mañanas.
Nadando por debajo de las olas
el agua me envuelve como lo hace tu aroma
y no quiero salir a tomar aire
porque quiero empaparme de ti.
Adrián Baltazar Bonilla Rivas, abril de dos mil trece.
Jinetes
de Arena
los
recuerdos con aliento
que se los lleva el viento
que vuelan con la niebla.
Son los jinetes de arena
levantándose en el desierto
los milagros se van en cadena
esos que cambiaron
mi sufrimiento.
Cabalgando en la memoria
los años se hacen caminos
los sueños son como nubes
los sentimientos formando ríos.
Adrián Baltazar Bonilla Rivas, abril de dos mil trece.
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