Espiritualidad
Son muchos los aspectos que componen a la persona humana. Pueden mencionarse el pensamiento, la memoria, la vida en sociedad y la sexualidad, entre otros. La espiritualidad es uno de ellos, podría decirse que se encuentra oculta en el interior de cada persona, sin importar su religión o ateísmo.
Esta palabra deriva del latín y está compuesta de la siguiente manera:
- El sustantivo "spiritus" que puede traducirse como: "alma",
- "alis", que se usa para expresar "relativo a",
- El sufijo "dad" que significa "cualidad". (1)
De modo que la espiritualidad puede entenderse como lo que concierne al espíritu, a la dimensión inmaterial y como la relacionamos con nosotros.
Buscando el alma
En el siglo IV a. C. Aristóteles definió al ser humano como un compuesto de cuerpo y alma. Desde entonces, esta concepción quedó plasmada en la historia del pensamiento occidental. Teniendo sus propios defensores y detractores.
Comúnmente se dice que "al partir el alma" sobreviene la muerte. Pues nuestro cuerpo sin vida se queda en este mundo, degradándose sin mayor remedio.
¿Verdad o mito? No es fácil saberlo, ni descubrirlo. Es una pregunta dónde la ciencia se parte, hace algunos esfuerzos por responder, indaga, pero no llega a conclusiones. Por su naturaleza basada en la observación de fenómenos físicos, experimentación y generalización, le es imposible llegar más lejos.
Así que el alma se quedó en un lugar metafísico, imposible de conocer por los sentidos. Entre la religión, la filosofía y el arte. Como una creencia de millones de personas a lo largo y ancho del mundo.
Personalmente, entiendo la espiritualidad como la búsqueda del alma. El encuentro de cada de ser humano con su interior, su origen y esencia. El esfuerzo por responder una multitud de preguntas. Todas ellas relacionadas con la trascendencia y la divinidad.
No se trata de mera tradición, ni de decir: "esto me ensañaron mis padres". Sino que es algo que va más allá, es un intento por encontrar la verdad. El hombre ha creado una serie de sistemas para llegar hasta allí, instituciones y doctrinas.
Sin embargo, cada uno libra su propia lucha. Ateos, cristianos, musulmanes y budistas. A pesar de todas las comunidades existentes, cada ser humano se enfrenta cara a cara contra la muerte, de una manera individual y solitaria. Lo mismo pasa con el alma, el más allá, la existencia de fuerzas superiores. Al final de cuentas, cada uno decide que posición tomar ante el tema.
Hoy en día las personas intentan acumular logros, grados profesionales, bienes materiales o dinero. ¿Pero cuántos se cultivan a sí mismos? Su trato con los demás, su forma de ser o sus valores. La espiritualidad es uno de esos campos olvidados, desprestigiado por el mundo de los sentidos, de lo inmediato y palpable.
¿Cómo es la relación de cada quién con lo desconocido?
A veces no nos damos el tiempo necesario, creyendo que éste no alcanza. En ocasiones nos quedamos con la idea de que las religiones son una serie de preceptos, reglas y prohibiciones que sólo limitan nuestra vida. Nos hace falta abandonar estos prejuicios.
A veces no nos damos el tiempo necesario, creyendo que éste no alcanza. En ocasiones nos quedamos con la idea de que las religiones son una serie de preceptos, reglas y prohibiciones que sólo limitan nuestra vida. Nos hace falta abandonar estos prejuicios.
Nos hace falta cierto afán curioso, como el qué tienen los niños. Buscar, preguntar por qué las cosas son así, por qué "creemos" esto, qué hay más al fondo. Para tener una espiritualidad de verdad necesitamos investigar, comprender qué significa cada ritual, cuál es su fundamento.
Luego viene nuestra decisión. Tener fe o no. Conformarnos con esto o con lo otro. Comprometernos, ante Dios o ante nosotros. O sencillamente, abandonar la nave. Cada quién es libre de hacerlo, de afirmar o negar su propia forma de vivir.
Como conclusión final, nuestra cultura contempla a la espiritualidad como parte de cada persona. También afirma la existencia del alma. Es allí, dónde cada uno libra su propia batalla por creer o no. Es allí dónde cada uno de nosotros debería de poner énfasis, en medio de esta "generación del momento", de lujos y problemas pasajeros. Deberíamos de buscar algo diferente a lo que podemos ver a simple vista, algo más profundo, que permanezca.
Pipe Bonilla
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