Un minuto para el silencio
22 de noviembre de 2018
Quiero pedir un minuto, un minuto de silencio para ti, para mí, para
quién sea necesario.
Hace cuatro años falleció uno de los mejores muchachos que he conocido,
Carlos Alberto Moreno Hernández, también llamado "Ken". Persona que
dejó una huella imborrable y profunda en la vida de sus familiares, parientes,
amigos y conocidos.
Son insuficientes las palabras dichas con anterioridad, describiendo su
inigualable alegría, valor y nobleza, en cada uno de sus actos. Consideró que
ninguna frase u oración será suficiente para describir de una manera exacta, la
dicha que fue conocerlo y el agradecimiento sincero que le debo a la vida, por
permitirme su compañía durante los años más icónicos de mi propia juventud.
Siempre he admirado y querido, el gran amor que tuvo hacia su familia y
que su familia tuvo han él. Seres inigualables, que han encarnado una serie de
virtudes, a pesar de las vicisitudes de la vida. Valores tan simples como son
el calor de un hogar, el cariño, la fortaleza, la esperanza y la fe cobran
vital importancia, cuando se habla de ellos. No podía pasar esta fecha sin
recordarlos, desearle lo mejor a su familia, parientes, amigos y conocidos;
reiterarles a todos y cada uno de ellos mi afecto y respeto. Enviarles un
abrazo y un agradecimiento sincero.
Han trascurrido cuatro años. Le pido un minuto a Dios, al mundo que no
se detiene, a mis compañeros de generación y a mi propio ser. Un minuto para
recordar, para orar, para sentir el fluir de la vida que se evapora lentamente.
Para poder evocar todas nuestras conversaciones pasadas, anécdotas y alegrías
que siempre permanecerán presentes en una parte de la memoria.
Un minuto para dejar de preocuparnos por el trabajo, por los estudios,
por ganar dinero, metas profesionales, laborales y líos en otros aspectos. Un
minuto para olvidar los rencores, resentimientos y problemas. Un tiempo para
agradecer por estar aquí y recordar a uno de nuestros mejores amigos.
Siempre en nuestros corazones, Carlos Alberto Moreno Hernandez (Ken).
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Querido amigo (†)
Ojalá la gente supiera, que debajo de cada sonrisa y detrás de cada mirada se esconden personas como tú, que ya no están pero cambiaron nuestra existencia.
Tres años no pasan en vano
Tus amigos hemos tomado caminos separados, pero no por eso nos olvidamos de los otros. Porque aquí nadie olvida, esa es nuestra regla de oro. Ninguno de los hermanos puede ser olvidado y tú sigues siendo uno de nosotros, siempre lo diré en mis oraciones.
Querido Adrián:
ResponderBorrarMuchas gracias por cada articulo, por cada palabra, por cada recuerdo, por la amistad tan grande que mantienes con nuestro hijo, por el cariño y el concepto que tienes hacia nosotros. Gracias por tu memoria, recuerdo que en alguna ocasión alguien nos decía: "Hay que tener memoria para la gratitud" y es verdad. Hoy en día es fundamental tener en el recuerdo a quienes nos han ayudado y a quienes nos han bendecido. Sin memoria no somos nada, quien la tiene para recordar a un ser que formó parte de su vida y que de alguna manera dejó algo en su corazón forma parte del gran proceso de humanización que tanto requiere el mundo de hoy. Por eso mismo tampoco nosotros olvidamos lo que significaste para él, su gran amigo, su hermano.... estamos seguros que se siente muy orgulloso de ti.
Queremos aprovechar este espacio para felicitarte por tus logros, tu Título, tu Mención Honorifica, tu premio CENEVAL, pero sobre todo por los valores que rodean tu vida y que han tejido tu talento.
Compartimos con tus papás la satisfacción que les regalas día a día.
Cariñosamente
Familia Moreno - Hernández