Por amistades así



El sol se ocultaba en el horizonte, la tarde del 13 octubre del año 2012, detrás de una loma más o menos despejada, con la sequedad de la tierra y las matas de pasto amarillo encima de ella. 

Estábamos en Jalisco, a unos cuántos kilómetros de nuestro querido Aguascalientes, en la misma región del bajío, básicamente, debajo del mismo cielo azul. Pero aún así, todo era diferente. El clamor del campo, los ruidos de los animales a los lejos, el agua estancada del bordo a un costado de nosotros. Los perros chapoteando en él, yendo a recoger una vara con el hocico, el cadáver de un infame coyote abandonado en medio de la nada, como un recordatorio de que aquellos animales no debían de acercarse.

Todo era nuevo, al menos para mí. La cálida recepción en el Mesón De los Sauces, Municipio de Encarnación de Díaz, siempre vivirá en nuestra memoria, al lado de la fogata; la llama eterna que sigue brillando en nuestra mente; el olor del carbón, mezclado con el alcohol, la botella vacía ardiendo entre las brasas,antes de explotar y del hilo de gasolina que se prendió en el aire; la triste historia de un gallo que padeció una lluvia tan inesperada como terrible y un hueco al final del ancho patio, por donde pudimos escapar.



Le llamamos la vuelta olímpica, por el camino de Juan Chávez. Un poco de música en nuestros antiguos celulares ambientaba la ocasión. Desde "Los Tucanes de Tijuana" con "A mí me gusta vivir de noche" hasta el más éxito de la escena electrónica, "Rattle" de "Bingo Players".

Nos perseguían la locura y el encanto de la juventud, esa juventud tan primera, de los dieciséis años de edad que se desarrolla en plena efervescencia. Quizás, por culpa de ese encanto mis primeras creaciones literarias -y todavía las actuales- hablan sobre adolescentes. 

De pronto todo fue correr por las calles del pueblo, debajo del alumbrado público, con millones de estrellas encima y el aire cálido rozando la piel, pues las playeras y/o camisas se habían convertido en prendas del pasado, reservadas para los momentos de normalidad. El amigo que nos unió se desplomaba en medio de la oscuridad, víctima del cansancio y las incongruencias del relieve, que eran casi tan peligrosas como tocar en las puertas y detenerse afuera de la iglesia, justo en la orilla de un árbol.



Aquella fue una de muchas aventuras. Yo fui el sujeto del karaoke, del tono más desafinado posible mientras el tequila raspaba mi garganta. Yo fui el que le gritó a tu padre "asústame cab**n" cuando él amablemente me despertó; el que quiso salir por la puerta equivocada, el de la vergüenza incontenible durante la mañana siguiente.

Allí donde todo es rutina, se destacan los tiempos extraordinarios. Allí donde las labores son escuela y/o trabajo, los fines de semana se convierten en salvación. Así ha sido siempre, así es el día de hoy y así lo fue en el año 2012. 

Ahora sucede la separación, esa "diáspora" de los que son amigos,de los que se cuentan con los dedos de la mano. Porque ahora el muchacho que nos hospedó el 13 de octubre de 2012 en la casa señorial de sus abuelos se va a vivir a León Gto. 

Es el turno de "Gus", el de la risa graciosa, el que no puede faltar en los cumpleaños, ni en las reuniones subsecuentes, el de los chistes que pueden durar varias horas, el que lee mis textos aislados, el que no se raja, el que canta, baila y básicamente trae un as bajo la manga, al igual que Andrés. 

Como le dije a Bussón en un video, antes de que viajara a Chile. "Ahora tus amigos son nuestros amigos." Y creo que la prueba más grande de ello son todas las reuniones, en compañía de Armando, Andrea, Wendy, Pastrano, los ya mencionados anteriormente y los que me faltan decir, que son un gran número de gente.

Esta no es una historia que pueda terminar de contarse el día de hoy. Este no es un final, hoy queda desear mucho éxito a todos los hermanos que emprenden el vuelo. Se escuchan las golondrinas, se reparten los abrazos sinceros, se unen los deseos de otros más, desde la distancia.

Así es la nostalgia de las despedidas temporales, que encuentran su belleza en la promesa de regresar, de volver a verse una vez más. Porque no es el primer adiós momentáneo y estoy seguro de que tampoco será el último.


Éxito Gus, en esta nueva etapa. 






Pipe Bonilla a 19 de junio de 2017.

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