Los presidentes mexicanos y el racismo

En la imagen: Porfirio Díaz, Presidente de México en los siglos XIX y XX


Primera Parte

En días pasados, el racismo en nuestro país volvió a tomar relevancia, siendo uno de los temas abordados por el Presidente de México en su conferencia de prensa matutina.

El pasado 17 de junio, López Obrador se refirió a Chumel Torres, un conocido youtuber, como; “gente racista, clasista, caracterizada por despreciar a otros”. (1) Esto ocasionó un encendido debate en redes sociales, en dónde se habló de censura, libertad de expresión y lo más importante, el racismo que experimentamos día a día.

Se establecieron comparativos entre las familias presidenciales más recientes, por ejemplo la del Ex Presidente Enrique Peña Nieto y la de López Obrador, haciendo un contraste entre el color de piel de ambas familias.

En Twitter, la columnista del Diario El País y New York Times Opinión, Viri Ríos (@Viri_rios) escribió:

«Por décadas la familia presidencial fue blanca.
No se había discutido el #racismo hacia ellos xq éramos tan racistas que nomas nos ponían #candidatos blancos.
Entonces sí, claro que “esto no pasaría con EPN”.
El que hoy pase, es un avance.» (2)

Esta afirmación recibió diversos comentarios de apoyo, pero también despertó algunas críticas, entre ellas la del usuario @juanrleone, quién señaló:

«De hecho, la mayoría de Presidentes han sido morenos. Y López, nieto de españoles, cuyo “indigenismo” saca a relucir con una esposa de apellido alemán y con nueras que no son precisamente de la sierra de Oaxaca. En resumen: no sean hipócritas y racistas. Mediocres.» (3)

Ambos comentarios llaman la atención por referirse a los orígenes de los dos Presidentes más recientes, en este tiempo en el que se ha comenzado a hablar del racismo en nuestro país, una problemática que ha evolucionado con el paso del tiempo.

López Obrador en una de sus conferencias de prensa

De presidentes indígenas a presidentes blancos

Un dato poco difundido es que Vicente Guerrero, caudillo de la independencia y presidente de la República en 1829, fue afromexicano, o en otras palabras, afrodescendiente. De esta manera, sus antepasados vinieron del centro o sur de África y eran de "raza negra", por lo que fue considerado como “mulato” por el sistema de castas que existió antes del México independiente (4).

No obstante, se dice que Benito Juárez se convirtió en el primer presidente de origen indígena en el continente americano, cuando ocupó la presidencia de la República en 1858 (5). Dicho personaje pertenecía a la etnia zapoteca y aprendió a hablar español hasta los doce años de edad, según la historiadora Patricia Galeana (6). 

Retrato de Benito Juárez

Dieciocho años después del arribo de Juárez a la presidencia, el hijo de una madre mixteca, también llegó al gobierno de nuestro país, en 1876. (7) Su nombre era Porfirio Díaz, quien podría considerarse como “mestizo” debido a que su padre tenía ancestros españoles. De hecho, existe la leyenda de que Don Porfirio se aclaraba la piel, intentando parecerse más a los europeos (8). También fue conocida su predilección por la sociedad francesa frente a la mexicana. Una herencia racista, que continua hasta nuestros días de diferente manera.

El gobierno de Díaz concluyó con la revolución mexicana y la expedición de la Constitución de 1917 que proclamó que todos los individuos gozarían de las mismas garantías ante la Ley. A partir de este momento, la distinción racial se volvió silenciosa, sustentada en la idea de que todos los mexicanos somos mestizos, descendientes de españoles e indígenas. (9) 

Constitución de 1917

Fue entonces cuando empezamos a creer que no somos racistas, por el simple hecho de que nuestras leyes no hacen una distinción de razas y la mayoría de la población se identifica como mestiza. Pero en la realidad, el racismo continuó.

Este rasgo cultural, ha sido señalado por la profesora de Antropología de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, Ana Itzel Juárez. En un artículo escrito por el periodista David Marcial Pérez, publicado por “El País” el 21 de noviembre pasado, titulado como: “El discurso racial, el gran tabú político en México”, la profesora de Antropología expresó: “Raza es una palabra que da pavor en México. Porque vivimos bajo la fantasía de que todos somos iguales. Es un racismo implícito que ha estado invisibilizado y poco a poco se va destapando”. (10)

Después de Porfirio Díaz, diversos caudillos gobernaron nuestro país hasta la aparición de un partido oficial que se encargó de designar, en la práctica, al Presidente de la República. Las luchas de los indígenas fueron invisibilizadas por los gobernantes en turno, pero eso no impidió que personas mestizas con rasgos indígenas ocuparan la Presidencia, ni que personas pertenecientes a la clase media llegaran al poder.  Uno de ellos, fue Gustavo Díaz Ordaz, quien gobernó México entre 1964 y 1970.

En la segunda entrega de este artículo, hablaré del curioso caso de Díaz Ordaz, Enrique Peña Nieto y López Obrador.

Por: Adrian Baltazar Bonilla Rivas. 22 de junio de 2020

Referencias


(10)              Ibid.

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