El desprecio por el que tiene menos
Sabemos que vivimos en un país de profunda desigualdad, aunque a veces se nos olvida. Tenemos una sociedad que se divide en clases sociales que a su vez se clasifican en más conjuntos que podrían partirse infinitamente hasta que cada persona tenga su propia "clase social". Pero ese tipo de distinciones basadas en el dinero y el poderío económico no son absolutas, no determinan la forma de ser de un individuo, su esencia, y mucho menos su "valor". Son simples formas de discriminación, que se repiten día con día. Podría denominarse genéricamente como "el desprecio por el que tiene menos". Ya no sólo se toma en cuenta el color de piel, el origen, la religión, la edad, género o sexualidad para establecer "diferencias" entre las personas. Ahora el factor económico es un referente para los que gustan de sentirse superiores. Cierto es, que la distinción entre ricos y pobres, poderosos y no poderosos existe desde hace más d...